Centro de Profesionales de la Acción Católica "SANTO TOMÁS DE AQUINO" de Buenos Aires, Argentina.

22 de julio de 2017

UN TESTIMONIO ACTUAL EJEMPLAR

Ignacio Echeverría 

(1978-2017)


Laico de la Acción Católica Española, Parroquia San Miguel de las Rozas, Madrid, asesinado el 3 de junio de 2017 por terroristas yihadistas de una puñalada, al defender a un policía que era golpeado por éstos cerca del Borough Market  un mercado  de alimentos situado en SouthwarkLondresReino Unido, que encuentra en la ribera sur del Támesis, en el extremo meridional del puente de Londres, junto a la catedral de Southwark

Nació en Ferrol (España), viviendo hasta los 9 años en As Pontes (provincia de La Coruña), donde su padre trabajaba como ingeniero en la central térmica de Endesa local. Más tarde la familia se mudó a Las Rozas (Madrid). Ignacio se licenció en Derecho, estudiando en la Universidad Complutense y en la Sorbona. Su familia era católica practicante, siendo Ignacio sobrino nieto de Antonio Hornedo SJobispo y misionero en Perú.

Alrededor de las 23 horas del 3 de junio de 2017, Ignacio se dirigía en bicicleta con unos amigos a la zona londinense de Whitechapel. A la altura del Borough Market vieron a un hombre asestar lo que inicialmente les parecieron puñetazos (serían puñaladas) a un policía tendido en el suelo. Viendo que el hombre dejaba el cuerpo del agente y comenzaba a agredir a una mujer, Ignacio tomó su monopatín y comenzó a golpear al sorprendido atacante, consiguiendo el suficiente tiempo para que varias personas se pusieran a salvo. Segundos después, otros dos yihadistas le asestaban una puñalada en la espalda, siendo esa la causa de su muerte.



Ignacio Echeverría e insignia de la A.C.E.



TESTIMONIO DE UNA DIRIGENTE DE SU GRUPO DE ACCIÓN CATÓLICA
         En la parroquia madrileña de San Miguel de las Rozas, en febrero de 2013, se inició un nuevo grupo parroquial de adultos. Nuestro párroco quería que fuera un grupo de Acción Católica porque sabía que iba a ser de gran ayuda para la comunidad contar con un grupo de personas formadas y dispuestas a trabajar en la parroquia.
         En la primera reunión vinieron muy pocas personas pero a partir de la segunda semana el número empezó a crecer y se fueron animando unos a otros por el «boca a boca» y por los avisos parroquiales.
         Ahí conocimos a Ignacio. No le importó ser el más joven del grupo ni que la mayoría de sus compañeros de equipo le doblaran la edad y fueran casi todos abuelos, estaba muy a gusto. Se «aplicó» desde el principio a aprender el método de revisión de vida, a dejarse iluminar la vida a la luz de la Palabra de Dios. Preparaba bien cada tema e incluso se adelantaba al grupo y avanzaba por su cuenta. Traía trabajados los textos de la Biblia y del Magisterio de la Iglesia y planteaba sencillamente sus dudas. Le gustaba llegar hasta el final si no acababa de entender alguna cosa.
         Era un chico sencillo, más bien tímido. Jamás sacó a relucir los cuatro idiomas que hablaba o su vasta formación en la Universidad de Comillas y en la Sorbona de París. De todos esos detalles nos hemos enterado ahora.
         Le encantaba estar con sus sobrinos y así nos lo contaba muchas veces. Nos hablaba, también, de su trabajo en un banco árabe en Madrid y de las dificultades que tenía, no estaba muy contento en este trabajo, por eso no nos extrañó cuando después de dos años en el grupo decidió marcharse a Londres para buscar otra oportunidad.
         Desde su marcha a Londres hemos tenido poco contacto. Estaba contento y nos encontrábamos con él en la parroquia cuando venía algún fin de semana.
         El domingo 4 de junio por la noche, -al día siguiente del atentado en Londres- el grupo se quedó conmocionado al enterarse de su desaparición. Hemos pasado cuatro días de incertidumbre y dolor pidiendo intensamente por su vida. Al final recibimos la noticia de su muerte con gran pena y a la vez con admiración. Los actos de caridad heroica no se improvisan. Brotan espontáneamente de la persona cuyos valores se han ido trabajando día a día. De una persona que con una vida sencilla y aparentemente «ordinaria» ha sabido vivir cada momento de su vida de una forma extraordinaria.
         ¡¡¡Grande Ignacio!!! Tu grupo de Acción Católica de Las Rozas te recuerda y reza por ti y por tu familia. ¡Hasta el Cielo!
María José de la Esperanza


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